miércoles, 7 de enero de 2009

Lo humano: ¿individuo o relación?


Lo humano: ¿individuo o relación?

Emeterio Gómez

¿Tiene lo Humano, lo estrictamente espiritual, el fundamento último del alma?

Toda esta inmensa tragedia que se está gestando en Venezuela y, en alguna medida, en América Latina; esta destrucción sistemática del aparato productivo capitalista ¡para sustituirlo por nada! porque no hay ningún "Modo Socialista de Producción"; porque China Comunista tiene 28 años construyendo el Capitalismo ¡y porque Cuba pronto estará en lo mismo! Este balbucear de vez en cuando que se respetará la propiedad privada, pero que el modelo de sociedad que se desea se centra en la propiedad colectiva; esta liquidación de la Libertad Individual y aun de la libertad de pensamiento, porque tanto ésta como aquélla deben someterse no sólo a un pensamiento único sino -mucho peor- a un pensamiento único inexistente; porque, evidenciada la radical quiebra intelectual del Marxismo, tampoco existe una Ideología Socialista; todo este desastre no sólo nos facilita sino que nos impone una reflexión profunda acerca de cómo se constituye el Espíritu Humano. No el Ser Humano, sino el Espíritu Humano, porque ya sabemos que lo humano no tiene ningún ser; tal como lo muestra Emmanuel Levinas en ese formidable libro suyo De otro modo que Ser, o más allá de la Esencia. Hay que empezar a liberarnos de la noción de Ser, al menos en cuanto al alma atañe.

Una perspectiva muy fértil para reflexionar sobre lo Humano, es la conexión entre lo Individual y lo Relacional. ¿Se constituyen el Hombre y la Mujer a partir de la relación con sus semejantes, con la Naturaleza y con el Universo que físicamente los contienen? ¿O sucede más bien que la relación con los otros se gesta a partir de ese venero infinito, de ese manantial inagotable e incognoscible que es el Espíritu; individual por supuesto? O, si queremos ser más conciliadores, ¿habrá que aceptar que "ni lo uno ni lo otro", que se trata de una conexión dialéctica en la cual el Individuo se constituye a partir de la Relación y viceversa?

En otras palabras y ubicados a una profundidad mayor: ¿Tiene lo Humano, lo estrictamente espiritual, el fundamento último del alma -que no sabemos en realidad si en lugar de un Fundamento es un Abismo, si en lugar de un Grund es un Abgrund, como decía Heidegger- tiene ese Abismo un carácter relacional o absoluto? O, dicho de otra manera: ¿¡Están los otros "seres" humanos, la Naturaleza y el Universo (ya) de antemano en el fondo infinito de las almas individuales o brota de cada uno de nosotros autónomamente -y sin que sepamos cómo- un impulso vital y espiritual capaz de conformar o constituir nuestra relación con el resto de lo que existe!?

Basta plantearlo así, para darse cuenta del sinsentido de la pregunta y del problema, basta hurgar en el Espíritu para averiguar si sus determinaciones son absolutas o relativas -es decir, respectivamente, si puedo perdonar una ofensa sin que medien razones, simplemente porque yo, libre e individualmente, lo decido o si siempre habrá alguna determinación psíquica inconsciente (o sea relacional) que me lleva a perdonar- basta aventurarse en esta complejidad infinita para percatarnos de la imposibilidad de saber si el Individuo se constituye a partir de la relación con los otros o si más bien esta relación se constituye a partir de la infinitud del Universo, pero expresada a través del espíritu individual ¡única forma de expresarse, además! y no sin antes pasar por el tamiz de la Voluntad Individual que en una postúltima instancia determina a dicha relación.

Cuestión toda ella que Schopenhauer sintetiza en ese formidable título de su libro El mundo como Representación y Voluntad.

gomezemeterio@gmail.com

OPINIÓN 28.12.2008 -Este articulo fue publicado en EL UNIVERSAL

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